Cuando veo ingredientes que me son difíciles de encontrar o me llaman la atención, los compro por si acaso... A veces pasa que los acabo tirando (como la levadura fresca o el bote de claras de Mercadona) pero yo, por si acaso, los compro. Tenía un sobre de obleas de pasta brick que casi empezaba a molestar en la nevera (por si os cuesta localizarla, la venden en Alcampo). Este sábado, decidí que ellas o yo.
La idea era hacer algo con salmón ahumado. Encontré una receta en internet, bastante apetitosa, pero como era con salmón fresco, la adapté un poco a lo que tenía en casa. Os pongo la receta tal cual la encontré y al lado mis variaciones:
•4 filetes de salmón (yo, salmón ahumado)
•piel y espinas de un salmón (yo, brick de caldo de pescado)
•4 láminas de pasta brick (en función de la gente que seáis)
•2 chalotas (yo, dos cebollitas)
•aceite de oliva
•sal
•estragón (no usé)
•perejil (no usé)
•Para la salsa de mostaza:
•1 cucharada de mostaza gruesa de Dijon
•100 ml de nata (yo, un brick de 200 ml)
•1 chorrito de vermut blanco
•sal
•rama de perejil para decorar (usé una mezcla de hierbas)
Ponemos a hervir el caldo envasado (o bien lo hacemos). Cuando empiece a hervir, bajamos el fuego para que se mantenga caliente. Hacemos la salsa de mostaza mezclando bien con una varilla, en una cazuela, un chorrito de vermut blanco, la nata y la mostaza. Iremos añadiendo el caldo de pescado poco a poco. Se sazona al gusto y se cocina durante unos 15 minutos. Reservar. Picamos las cebollas y las ponemos a dorar en una sartén, salpimentad al gusto. Cuando todo esté templado, encima de cada hoja de pasta brick tenéis que poner una cama de cebolla y salmón encima. Cerrad como si fuera un paquetito y poner en el horno precalentado, a 210º, 6 min. o menos (que no se doren mucho, sino la pasta queda crujiente, al cortarla salta y solo comes migas). Cuando esté listo, en cada plato poner un fondo de salsa, los paquetitos encima, un hilito de salsa por encima y decorar con alguna hierba seca... Buenísimos!
